¿Alguna vez te has preguntado por qué tantas personas llaman al aceite de oliva “oro líquido”? Tal vez lo uses en ensaladas o para cocinar, pero detrás de su sabor hay un sinfín de propiedades que pueden transformar tu bienestar. No se trata solo de una moda mediterránea, sino de un ingrediente estudiado a fondo por la ciencia y recomendado en todo el mundo. Veamos juntos por qué merece un lugar fijo en tu mesa.

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El aceite de oliva y tu estómago: un aliado natural

El aceite de oliva no solo realza el sabor de la comida, también protege el sistema digestivo. Investigadores en España demostraron que los compuestos del aceite de oliva pueden combatir la Helicobacter pylori, una bacteria asociada con úlceras gástricas e incluso cáncer de estómago. Lo interesante es que los polifenoles, antioxidantes naturales presentes en el aceite, resisten condiciones muy ácidas, como las del estómago, y siguen actuando de manera efectiva.
Estos polifenoles reducen la inflamación y fortalecen la mucosa gástrica, ayudando a que las bacterias dañinas no se multipliquen. Si sueles sentir pesadez o molestias estomacales, un chorrito de aceite de oliva en tus comidas podría marcar la diferencia.
El colesterol bajo control sin miedo a las grasas

Durante años hemos escuchado que las grasas son malas, pero la realidad es que no todas son iguales. El aceite de oliva es rico en grasas monoinsaturadas, en particular el ácido oleico, que ayuda a reducir el colesterol LDL (el “malo”) y mantener o incluso aumentar el HDL (el “bueno”).
En muchos países seguimos consumiendo frituras o mantequilla con frecuencia, cargadas de grasas saturadas que dañan el corazón. Sustituir esos aceites por aceite de oliva es un paso sencillo hacia una mejor salud cardiovascular. No es casualidad que la dieta mediterránea, tan valorada en España, tenga al aceite de oliva como su pilar y sea reconocida como una de las más beneficiosas para el corazón.
Estabilidad de la glucosa después de las comidas

Uno de los efectos más sorprendentes del aceite de oliva es su capacidad de evitar picos bruscos de azúcar en la sangre tras las comidas. El aceite de oliva virgen extra ralentiza el vaciado del estómago, haciendo que la glucosa llegue a la sangre poco a poco. Así se evitan esas subidas y bajadas repentinas que nos dejan cansados o irritables.
Para las personas con diabetes, o para quienes buscan mantener un metabolismo estable, cocinar con aceite de oliva en lugar de mantequilla o margarina puede marcar una gran diferencia. Es un ajuste pequeño que aporta sabor y estabilidad al mismo tiempo.
Un impulso para el ánimo gracias a los ácidos grasos omega-3

¿Sabías que el aceite de oliva también puede ayudar a tu estado de ánimo? Contiene ácidos grasos omega-3, fundamentales para el funcionamiento del cerebro. Estos nutrientes mantienen flexibles las membranas de las neuronas y mejoran la comunicación entre ellas.
Un amplio estudio en España encontró que quienes consumían aceite de oliva con frecuencia tenían menos probabilidades de sufrir depresión. Añadir un poco de aceite de oliva a unas verduras al horno o a una rebanada de pan puede ser, además de delicioso, un gesto para cuidar también tu salud emocional.
El aceite de oliva frente al cáncer: el papel del oleocantal

En 2015 se descubrió algo asombroso: el oleocantal, un compuesto presente en el aceite de oliva virgen extra, puede inducir la apoptosis (la “muerte programada”) de las células cancerígenas en apenas 30 a 60 minutos. Y lo más llamativo es que las células sanas no resultaron dañadas, sino que simplemente entraron en una pausa temporal antes de retomar su función normal.
Otros estudios a largo plazo han señalado que las mujeres que siguen una dieta mediterránea rica en aceite de oliva tienen un riesgo mucho menor de desarrollar cáncer de mama. Aunque no es una cura, sí es una herramienta poderosa en la prevención.
Médico Coucou💊
El aceite de oliva es mucho más que un simple ingrediente de cocina. Protege el estómago, regula el colesterol, estabiliza la glucosa, favorece el buen ánimo y hasta contribuye a la prevención del cáncer. Todo esto lo convierte en un verdadero aliado para la salud.
Si quieres dar un primer paso sencillo, prueba a preparar tus ensaladas solo con aceite de oliva virgen extra y un poco de limón. Es fresco, nutritivo y fácil de incorporar en tu día a día. Recuerda, los pequeños cambios pueden generar grandes beneficios a largo plazo.
Que cada comida sea también una forma de cuidar tu salud. Y que nunca falte un toque de “oro líquido” en tu mesa.



