Anguila como superalimento de verano: beneficios y precauciones que deberías conocer

¿Alguna vez te has sentido agotado en pleno verano, con la sensación de que te falta energía para afrontar el día? En muchas culturas se busca un alimento “milagroso” que devuelva vitalidad cuando el calor aprieta. En Japón y otros países asiáticos, la anguila se ha considerado desde hace siglos como un auténtico manjar revitalizante. Pero, ¿realmente tiene tantos beneficios para la salud o se trata más de una tradición cultural? Vamos a descubrir juntos qué dice la ciencia y cómo podemos integrarla, con cabeza, en nuestra alimentación.


¿Por qué la anguila se considera un alimento fortificante?

La anguila destaca por su altísimo contenido en vitamina A. Para que te hagas una idea, 100 gramos de anguila aportan unos 360 μg RE, lo que equivale a trece veces más que la carne de res y diez veces más que las anchoas. La vitamina A es esencial para mantener en buen estado las mucosas y reforzar nuestras defensas frente a virus y bacterias. Por eso, en épocas de calor, cuando el cuerpo se resiente y las defensas bajan, este nutriente cobra especial importancia.

Además, la anguila es una fuente de proteínas de alta calidad, fundamentales para reparar tejidos, mantener la masa muscular y sostener el sistema inmunitario. También aporta vitamina E y retinol, conocidos por su potente acción antioxidante y regeneradora. Estos nutrientes ayudan a combatir el envejecimiento celular y a mantener la piel más sana y resistente.


De la piel al cerebro: beneficios múltiples de la anguila

¿Sabías que la anguila también puede ser tu aliada para el cuidado de la piel? La vitamina A favorece la regeneración de las células cutáneas, mientras que la vitamina E protege frente al daño oxidativo y el retinol suaviza arrugas y mejora la elasticidad. Por eso no es raro escuchar que quienes consumen anguila con cierta frecuencia lucen una piel más luminosa y firme.

Pero sus beneficios van mucho más allá de la estética. La anguila es rica en ácidos grasos omega-3, especialmente DHA y EPA. El DHA es un componente clave del cerebro y la retina, favorece la transmisión de impulsos nerviosos y contribuye a la concentración y la memoria. El EPA, por su parte, mejora la circulación sanguínea y ayuda a reducir la inflamación. Estos compuestos son esenciales tanto para el desarrollo cerebral de los niños como para mantener la memoria y prevenir el deterioro cognitivo en personas mayores. También resultan especialmente valiosos durante el embarazo, ya que apoyan el desarrollo cerebral y ocular del feto.


Cuándo conviene moderar o evitar la anguila

Un aliado para el corazón y los vasos sanguíneos

En un contexto donde las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad, resulta interesante saber que los omega-3 presentes en la anguila pueden reducir los niveles de colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”) y los triglicéridos. Además, protegen la pared de los vasos sanguíneos al disminuir la inflamación, previniendo así la arteriosclerosis. Un sistema circulatorio más limpio y flexible se traduce en un menor riesgo de hipertensión, infarto o ictus, y en una mejor oxigenación y nutrición de todos los órganos.


Cuándo conviene moderar o evitar la anguila

Como ocurre con cualquier alimento, no todos pueden consumirla libremente. La anguila es bastante grasa, por lo que puede resultar indigesta para personas con problemas gastrointestinales o tendencia a la diarrea. Preparaciones como la anguila a la parrilla concentran todavía más su contenido graso y pueden sobrecargar el estómago.

Las personas con dermatitis o piel sensible también deberían ser cautas. Cuando se acumulan grasas en exceso, se generan compuestos llamados peróxidos lipídicos que pueden agravar inflamaciones y problemas cutáneos.

Si padeces obesidad o dislipidemia (alteraciones en los niveles de lípidos en sangre), es recomendable reducir las porciones, ya que la anguila puede elevar aún más los triglicéridos y el colesterol. En estos casos, mejor disfrutar de media ración ocasionalmente y evitar excesos.

Por último, quienes sufren de gota deben abstenerse. La anguila contiene purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico. Un exceso de este compuesto puede desencadenar crisis de dolor muy intensas en las articulaciones.


Médico Coucou💊

Médico Coucou

En resumen, la anguila es un alimento muy completo: fortalece el sistema inmune, mejora la piel, protege el cerebro y cuida la salud cardiovascular. Sin embargo, no es un producto “mágico” válido para todo el mundo. La clave está en conocer tu propio estado de salud y consumirla con moderación y en la forma de preparación más adecuada.
Un consejo práctico: si quieres disfrutar de la anguila pero reducir la grasa, opta por preparaciones más ligeras, como anguila al vapor o en caldo, en lugar de la parrilla. Así aprovechas sus nutrientes sin sobrecargar tu organismo.
Que este verano puedas sentirte con más energía y vitalidad, cuidando tu cuerpo de una manera deliciosa y consciente. ¡Tu salud lo agradecerá!

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