¿Eres de los que no puede empezar el día sin su taza de café? Ya sea solo, con leche o como un clásico café con leche español, esa primera taza del día es sagrada. Pero, ¿sabías que tomarlo solo y en ayunas podría no ser la mejor idea para tu salud? Y más aún, ¿sabías que simplemente agregando leche podrías duplicar sus beneficios antiinflamatorios? Suena increíble, pero la ciencia lo respalda.
Un estudio de la Universidad de Copenhague ha demostrado que el café con leche no solo sabe bien: puede tener un efecto positivo real en la inflamación, el sistema inmunológico y la salud digestiva. En este artículo vamos a explicarte por qué esta mezcla puede ser una de las más inteligentes para tu salud, cómo funciona a nivel bioquímico y qué recomendaciones puedes aplicar desde mañana mismo.

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La ciencia del café con leche: ¿por qué funciona tan bien?

En 2023, un grupo de investigadores daneses descubrió que cuando los polifenoles del café se combinan con aminoácidos presentes en la leche, forman compuestos mucho más estables y biodisponibles. Esto quiere decir que tu cuerpo los puede absorber mejor y aprovechar su efecto antioxidante y antiinflamatorio más eficientemente.
Durante el estudio, las células inmunológicas tratadas con la combinación de café y leche mostraron niveles mucho más bajos de marcadores inflamatorios como IL-6 y TNF-α en comparación con aquellas tratadas solo con polifenoles. En resumen: la leche no diluye tu café, lo potencia.
¿Qué son los polifenoles y por qué importan?

Los polifenoles son compuestos vegetales con fuerte poder antioxidante. Protegen nuestras células del daño oxidativo, uno de los factores detrás de muchas enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, el Alzheimer, la artritis o los problemas cardiovasculares. Uno de los polifenoles estrella del café es el ácido clorogénico, que ayuda a regular el azúcar en sangre, reducir la acumulación de grasa y proteger la salud cognitiva.
Un café filtrado de 240 ml puede contener aproximadamente 200 mg de polifenoles, comparable con 300 a 500 mg de vitamina C en poder antioxidante. Pero si esos polifenoles no se absorben bien, se pierden. Ahí entra la leche: sus proteínas como la caseína y el suero estabilizan los polifenoles y facilitan su paso por el tracto digestivo.
La leche: más allá del calcio

La leche es mucho más que calcio para los huesos. Aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, D y B12, así como minerales esenciales como el magnesio y el zinc. Además, contiene lactoferrina, una proteína con efectos antimicrobianos y moduladores del sistema inmune, clave para mantener una microbiota intestinal equilibrada.
Tomar café con leche también ayuda a amortiguar la acidez del café negro, lo que protege el revestimiento del estómago, especialmente importante si lo tomas en ayunas. En la cultura mediterránea, donde el café con leche es tradición, este hábito podría estar más justificado de lo que pensamos.
Haz que tu café matutino trabaje por tu salud

¿Eres de los que toma café solo antes del desayuno? Prueba cambiarlo por un café con leche sin azúcar. Es más suave para el estómago, regula mejor el azúcar en sangre y multiplica los beneficios antioxidantes del café. Si además usas un café de tueste medio (más polifenoles) y leche baja en grasa o bebida vegetal enriquecida con proteínas, estarás maximizando los beneficios sin renunciar al sabor ni al ritual.
Este pequeño cambio puede ser especialmente útil si sufres de inflamación crónica, fatiga o malestar digestivo. A veces no se trata de dejar el café, sino de tomarlo mejor.

Médico Coucou💊
Si el café ya es parte de tu rutina diaria, ¿por qué no convertirlo en un hábito más saludable? Añadir leche no solo mejora el sabor, también ayuda a proteger tu sistema digestivo, refuerza tu inmunidad y potencia los efectos antiinflamatorios del café. Es un pequeño gesto que puede marcar una gran diferencia. Mañana, en lugar de tu café solo habitual, prueba un café con leche sin azúcar. Puede que tu cuerpo (y tu ánimo) te lo agradezcan más de lo que imaginas.



