¿Qué pasa si comes semillas de perilla todos los días? Descubre el poder antiinflamatorio de este pequeño superalimento

¿Sabías que una simple cucharadita de semillas puede marcar una diferencia en tu salud? Tal vez ya conoces la perilla por su uso en la cocina asiática, sobre todo en Corea, donde es apreciada por su sabor a nuez y su aroma suave. Pero lo que quizás no sabías es que estas pequeñas semillas están ganando popularidad por sus impresionantes beneficios antiinflamatorios. En un mundo donde la inflamación crónica se asocia cada vez más con enfermedades modernas, incluir alimentos como la perilla en nuestra dieta diaria puede ser una decisión inteligente.


¿Por qué las semillas de perilla ayudan contra la inflamación?

La clave está en su alto contenido de ácido alfa-linolénico, un tipo de ácido graso omega-3 de origen vegetal. Este nutriente se convierte en el cuerpo en compuestos que ayudan a reducir la inflamación, de manera similar al efecto del aceite de pescado, pero desde una fuente vegetal. Este tipo de grasas no solo ayudan a equilibrar el sistema inmunológico, sino que también previenen que nuestro cuerpo reaccione de forma excesiva, algo muy común en casos de inflamación crónica.

Un estudio reciente publicado en la Revista de Ciencia de Alimentos y Nutrición de Corea evaluó una variedad coreana de perilla llamada “Dayu” y encontró que tiene una potente actividad antioxidante y puede disminuir la producción de citoquinas inflamatorias, que son proteínas involucradas en la respuesta inmunitaria. Cuando estas se descontrolan, pueden dañar tejidos sanos y generar enfermedades autoinmunes o inflamatorias persistentes.

Además, consumir la perilla en forma de semillas enteras, molidas o aceite permite aprovechar diferentes nutrientes. Las semillas molidas conservan más fibra, polifenoles y antioxidantes que el aceite, lo que las convierte en una opción muy completa.


Mejora para el intestino y el sistema respiratorio

La inflamación no solo se manifiesta en dolores o hinchazón visibles. También afecta silenciosamente a sistemas clave como el digestivo y el respiratorio. En un estudio realizado en animales, se demostró que las semillas de perilla tostadas ayudaron a reducir la inflamación en el colon de ratones con colitis ulcerosa. Esto sugiere que puede ser útil para proteger el intestino y mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Corea ha señalado que la perilla también puede beneficiar a personas con afecciones respiratorias como bronquitis, rinitis alérgica e incluso asma. Gracias a su contenido de hierro, vitamina A y vitamina C, también es una aliada para combatir la anemia y mejorar el aspecto de la piel.


Beneficios para el corazón y el cerebro

Las semillas de perilla no se quedan solo en lo antiinflamatorio. Sus ácidos grasos también ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol LDL, lo que las convierte en un excelente apoyo para prevenir enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y la arteriosclerosis. Incluso se ha observado que el consumo regular de aceite de perilla puede contribuir a estabilizar la presión arterial.

Y eso no es todo. Las investigaciones indican que los nutrientes presentes en la perilla también apoyan la salud cerebral, especialmente en el área del hipocampo, responsable de la memoria y el aprendizaje. Para personas mayores o quienes quieren cuidar su agudeza mental, la perilla puede ser una aliada más que interesante.


¿Cómo consumir la perilla de forma efectiva?

Puedes encontrar la perilla en varias presentaciones: en aceite, molida o entera. El aceite es excelente para aprovechar vitaminas liposolubles y antioxidantes, mientras que la forma molida conserva mejor la fibra y otros compuestos beneficiosos.

Lo ideal es integrarla poco a poco en tu dieta diaria. No hace falta exagerar: una o dos cucharaditas al día pueden marcar la diferencia. Añádela a tus sopas, ensaladas, batidos o yogur. Incluso puedes incorporarla en salsas o usarla como topping para tus platos favoritos. Eso sí, ten en cuenta que es un alimento graso, así que modera su cantidad si estás controlando tu ingesta calórica. Y recuerda conservarla en el refrigerador una vez abierta, ya que se oxida con facilidad.


Médico Coucou💊

Médico Coucou

La perilla es mucho más que un ingrediente exótico. Es una semilla con un potente efecto antiinflamatorio, beneficiosa para el corazón, el intestino, los pulmones y hasta el cerebro. Lo importante no es consumirla en grandes cantidades, sino hacerlo con constancia y de forma equilibrada.
¿Qué tal si hoy mismo pruebas añadir una cucharadita de perilla molida a tu sopa o ensalada? A veces, pequeños gestos diarios son los que nos mantienen sanos a largo plazo. Cuídate con cariño, que tu salud lo vale.

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